La hora que nunca llegó
Ahí estaba yo parado esperando mi turno para emitir mi voto, había un sol sofocante, los miembros de mesa estaban almorzando, para suerte mía estaban terminando y no tuve que esperar demasiado. En realidad no tenía muchas ganas de votar, ya que ninguno de los candidatos realmente superaba mis expectativas electorales, pero debía cumplir mi deber cívico. Estas elecciones fueron muy extrañas ya que por alguna causa no había tráfico, encontré un carro vacío, cosa que es poco común si te movilizas de Miraflores a La Molina , aunque tuve que caminar algunas cuadras para ahorrarme algo de incomodidades.
En la entrada de mi local de votación se encontraba la señorita Magaly Medina, que estaba rodeada de periodista de todos los medios y se habían aglomerado impidiendo el paso de los electores. Mi lugar de votación es un colegio estatal muy pequeño donde no hay muchas mesas, a lo mucho hubo 300 electores al mismo tiempo, los militares estaban presentes resguardando el orden por si en algún momento se ponía violento. Nunca faltan los ambulantes o las casas acondicionadas como precarios restaurantes donde se vendía cualquier plato típico a unos cuantos soles.
En mi mesa, solo habían dos personas antes que yo una señora, y una anciana que no se demoraron mucho en emitir su voto, cuando fue mi turno me atendieron rápido, miré atentamente la cédula reconociendo los símbolos distintivos de cada agrupación política, marqué los correspondientes a mi elección, regresé a la mesa deposité mi voto, firmé, huella digital, faltaba la tinta morada, el presidente de mesa con un tono amigable me dijo: “dale que no muerde” y así terminé con mi obligación. Está confirmado que habrá segunda vuelta por consiguiente tendré una vez mas que volver. Ya en la tarde cuando me encontraba frente a la televisión a esperar los resultados, me encontraba muy optimista por que podría pasar, pero lamentablemente todo se convirtió en sombrío cuando salio el primer resultado ya que mis familiares pensaron en lo peor, algo que se fue reafirmado a lo largo de la noche, era un hecho los ganadores absolutos eran los ignorados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario