domingo, 5 de diciembre de 2010

Policial

La riqueza no viene del cielo
EL caño de Cataño
Un empresario que de la noche a la mañana se hace de una impresionante fortuna, he aquí la historia.

Cesar Cataño acompañada de su madre festejando un triunfo


La semana pasada anduve pensando en el tema “Cataño” hasta que por fin me armé de valor y solicité una entrevista con un personaje algo oscuro, lamentablemente no puedo decir su nombre porque sería muy peligroso dadas las circunstancias, así que lo llamaremos incógnito. Este señor me contó la verdad sobre este empresario llamado Cesar Cataño, y así comienza.

César Cataño Porras o Adolfo Carhuallanqui Porras es investigado desde junio del año pasado por el Equipo Especial de Investigación (EEI) de la Dirección Antidrogas (Dirandro), que dirige el coronel PNP Carlos Morán. Es el mismo equipo que ha desarrollado los casos más importantes de los últimos años: Fernando Zevallos, Luis Valdez, la familia Sánchez Paredes y, más recientemente, la investigación preliminar a los ‘chuponeadores’ de Business Track (BTR).

Este administrador Tiene dos empresas vinculadas a la importación de vehículos usados: Import Export VIZCAR y Kanagawa Corporation. Cielos Andinos es su compañía dedicada a la carga aérea y la aerolínea Peruvian Airlines fue constituida en el 2007. Tiene 15 casas en Lima, Arequipa y Tacna, así como una flota de 10 autos de carrera.

De inmediato algo llama mi atención, es por supuesto ¿Cómo este señor adjudica tantas empresas, propiedades, autos, y corredor de autos? Como todo peruano creo que soy mal pensado, pero díganme ustedes acaso nunca se preguntan este tipo de cosas de la gente que conocen. El piloto creó en Lima su primera empresa importadora de autos, Bryan Cataños, en 1996. Hasta el 2000, según declaró a la Policía, importó 24,000 autos usados del Japón y por cada uno obtuvo una ganancia aproximada de US$ 1,500, lo que totaliza US$ 36 millones. Hasta ahora no presenta la documentación que sustente dicho monto.

Los policías buscan determinar el origen de la fortuna de Cataño. Según estas investigaciones, Cataño posee un patrimonio que asciende a US$ 50 millones. Fuentes del EEI consultadas por CARETAS afirmaron que se ha encontrado un desbalance de US$ 10 millones.

Lastimosamente mi mal pensada mente no se equivoca ya que se le investiga con vínculos por el narcotráfico por las siguientes razones: Según el EEI, el delito de narcotráfico precedente en esta investigación está sustentado en dos expedientes judiciales. El primero data de 1982 y vincula a Adolfo Carhuallanqui Porras en un decomiso de 100 kilos de PBC en las localidades de Colcabamba y Pampas, en Huancavelica y Huari, en Huancayo, de donde es oriundo el piloto. Y en el 2007, la Policía capturó al narcotraficante Guzmán Rojas Hurtado, quien enviaba a Chile cocaína acondicionada en los autos de Kanagawa Corporation, la empresa de Cataño.

Asimismo cuando se empiezan a investigar a este tipo de personas siempre salen a la luz, otras personas públicas y en este caso, fue alguien que nadie imaginaría la Doctora Lourdes Flores Nano ¡Qué sorpresa la mía! 

Jaime Bayly la detonó con una irresponsable pero efectiva ligereza. En su programa del domingo 1 entrevistó a Kouri y en un paréntesis dijo que “me han contado” que César Cataño aportó más de US$ 1 millón a la campaña de Flores. “Un político que recibe plata de un narcotraficante se ve mal”, disparó. La noche siguiente, Flores respondió con un “strip-tease” financiero. Según documentos enviados a las redacciones, recibió de Cataño US$ 328,551 entre los años 2004 y 2010.

La pepecista anexó los aportes de la campaña presidencial del 2006. Fueron casi S/.1.3 millones. En lo que va de la campaña actual en pos de la municipalidad ya son S/.230 mil. Niega que Cataño haya ingresado un centavo a alguna de las campañas, pero reconoce que en el 2006 “el único aporte fue el de su madre María Porras, que prestó seis camionetas y donó volantes por S/.9 mil”.

Ya para finalizar este relato sospechosamente se cambia de nombre y esta es la explicación que da: En 1985, Adolfo Carhuallanqui Porras gestionó un nuevo documento de identidad a nombre de César Cataño Porras, pero no anuló el anterior. En una entrevista concedida a César Hildebrandt el año pasado, Cataño, o Carhuallanqui, dijo: “Lo que pasa es que en el año 1984 yo me inscribo con mi padre político. Me inscriben en los primeros meses del año 84 como Carhuallanqui. Luego, en el transcurso de los meses, cuando tenía 18 años, y durante problemas familiares, (mi padre) me dice: ‘Yo no soy tu padre’. Yo le reclamé a mi mamá y ella me dice sí, efectivamente, él no es tu papá. Me dijeron que (mi verdadero nombre) era César Cataño Porras”. No supo explicar por qué cambió el nombre de su madre de Filomena a María Porras.

Fuentes policiales del equipo adelantaron que el llamado ‘Caso Dos Caras’ culminará en menos de un mes. Cataño ha rendido ya su manifestación preliminar indagatoria, pero aún no entrega la totalidad de los balances contables que sustentan sus ingresos desde 1996 hasta el 2009. Luego de esta prolongada entrevista agradezco al señor incognito por toda la información brindada, y así mismo ruego que ningún tipo de represarías caigan sobre él ni sobre mí, hasta otra oportunidad será.



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